Festa do Boi de Allariz
A Festa do Boi de Allariz fue declarada Festa de Galicia de interés turístico en 2006.
Historia de la Festa do Boi de Allariz
Dice la leyenda que la Festa do Boi de Allariz tiene su origen en el comportamiento de los judíos de Allariz que vivían en la parte de la villa de nombre Socastelo. Parece que los judíos trataban de interrumpir la celebración de la procesión de Corpus con insultos y burlándose de las imágenes y símbolos religiosos y metiéndose con los curas, de forma que a Festa do Boi remataba con peleas y heridos.
Para solucionar este problema, en el año 1317, aparece Xan de Arzúa, hombre religioso al que molestaba el comportamiento de los judíos por lo que decidió salir un año montando un toro amarrados por sus criados que además portaban sacos de hormigas y ceniza para tirar a los judíos irrespetuosos. Los judíos ante la demostración de Xan de Arzúa desistieron de su actitud.
En recuerdo de este día, todos los años por la fiesta de Corpus, se corría un buey amarrado («correr o boi») por las calles de Allariz para lo que Xan de Arzúa dejó parte de su capital en tierras; con las rentas se pagaba el alquiler del buey y se daba de beber a los mozos que tiraban de la cuerda del buey. El Concello administraba los bienes, sufragaba los gastos del buey y de la fiesta de Corpus.
Festa do Boi de Allariz en la actualidad
A pesar de su antigüedad, la Festa do Boi tuvo también sus interrupciones. La última, en los años 50. Hasta que un grupo de jóvenes de Allariz decidió en 1983 rescatar del olvido la fiesta
La Festa do Boi sigue siendo un acontecimiento de carácter eminentemente popular e integrador para los participantes de la fiesta que se vive a lo largo de de toda la semana y muy especialmente en los días grandes.
Inicialmente la Festa do Boi contaba con 3 días de fiesta, pasando progresivamente a ser en la actualidad nada más y nada menos que 9 días de fiesta.
En la actualidad, la organización y realización corre a cargo de la Asociación Cultural «Xan de Arzúa», integrada por los vecinos que voluntariamente desean pertencer a ella, y que se encargan de recoger, como tradicionalmente siempre se hizo, puerta a puerta, las contribuciones voluntarias de los habitantes de Allariz.