Faro de Fisterra
El Faro de Fisterra está construido a tres kilómetros de Fisterra, en la comarca de Fisterra. Es uno de los más emblemáticos de Galicia.
El Faro de Fisterra fue construido en 1853 para regular el tráfico marítimo señalizando este punto geográfico. La torre del faro de Fisterra mide 17 metros y su luz, situada a 143 metros sobre el nivel del mar, alcanza más de las 30 millas naúticas.
La constante niebla del invierno provocó que se le añadiera una sirena en 1888, la Vaca de Fisterra, para avisar a los navegantes del peligro existente. Aún así, ha sido escenario de naufragios, como en 1870, cuando el Monitor Captain se hundió llevándose a 482 personas de su tripulación en el suceso más luctuoso de esta costa.
La torre del faro de Fisterra está hecha de cantería y es de base octogonal; acaba en una cornisa sobre la que se apoya la balconada. Encima está la bóveda, con una linterna poligonal, en la que se aloja el foco luminoso.
Más tarde se ampliaron los servicios del faro de Fisterra, en el año 1883 con la sirena y en 1922 con radiofaro.
La roca O Centolo está a unos cientos de metros mar adentro. O Centolo tiene 25 m de altura, con forma de centollo, es un perfecto habitat para los ricos percebes que allí nacen.
El Monte Facho alza su cima hasta casi 250 metros de altitud. Desde allí, podemos ver la famosa puesta de sol de Fisterra.
Historia del Faro de Fisterra
El Faro de Fisterra, considerado el cabo del fin del mundo «Finis Terrae», durante miles de años. Se pensó que más allá de él tan sólo existía una sima acuosa en la que el sol se apagaba cada noche y a través de la cual se llegaba a una región de tinieblas poblada por monstruos marinos.
Es el faro situado más al oeste de Europa, con una torre octogonal, la casa del farero y una plaza de homenajes ofrendada al general San Martín y a la que se denomina, Plaza de la República Argentina.
Es muy probablemente el más visitado de Europa así como el más próximo a América. Se dice que con días claros se llega a observar la raya de Portugal. Es conocido por todos los navegantes del mundo, por su importancia como medio de advertencia de la proximidad de una costa sumamente peligrosa (su luz llega a alcanzar 65 Km de longitud), así como por la fama de traicionera de esta zona marítima.
Desde aquí se descubren impresionantes panorámicas, de la infinidad del océano así como de la Ría de Corcubión y la costa de Carnota, sobre la que destaca el conjunto granítico de los montes de O Pindo.
