Iglesia de Santa María do Campo
La Iglesia de Santa María do Campo está en Marín en la comarca de O Morrazo en la provincia de Pontevedra en Galicia.
La Iglesia de Santa María do Campo fue la más importante que tuvieron los religiosos Sanjuanistas, también conocidos cómo «Caballeros de San Juan de Malta» o «Hermanos Hospitalarios de San Juan de Jerusalén». Por Real Cédula del Rey Carlos III, expedida en el Palacio del Pardo el 14 de enero de 1773, por «Breve» del papa Clemente XIV de 1772, por la que se le concedía a esta iglesia el derecho de inmunidad y asilo sagrado, privilegio excepcional que suponía un seguro para los perseguidos por la justicia, acusados de determinados delitos comunes, lo que da una idea de la importancia de esta feligresía en esta época.
Aún está en pie la Iglesia de Santa María do Campo y algunas de las dependencias que entonces estaban dedicadas a la vivienda de los religiosos que regentaban la parroquia, cobraban los diezmos, y primicias y administraban los bienes de la orden.
Estilo de la Iglesia de Santa María do Campo
Dentro de su estructura románica la iglesia presenta unas características peculiares. En ella hay dos cuerpos que corresponden a estructuras constructivas diferentes. El primitivo, que aún se puede ver en la cabecera, tiene planta rectangular, con cubierta de techumbre de madera y una ventana semicircular en el testero que fue descubierta recientemente.
El cuerpo posterior lo forma la nave de la planta rectangular con puertas laterales, en forma de arco, próximas a la capilla de la cabecera.
La entrada a la capilla mayor es muy estrecha y desproporcionada entre la altura de las columnas sobre las que descansa el arco triunfal, y el espacio que hay entre ellas.
Semicolumnas adosadas con basas toscanas. Esta falta de proporcionalidad se debe a algunas de las reformas que sufrió el templo, en las que se aprovecharon materiales de la obra primitiva. Recientemente se retiró del altar mayor su retablo, que cubría la cabecera de la capilla y otros dos en la nave, quedando al descubierto unas pinturas murales y la interesante ventana del ábside, que es de hueco abocinado con columna central y dos pequeños arquitos de medio punta laterales. Se desconocía su existencia por estar tapiada por la parte exterior del templo y oculta en el interior por el retablo que ahora fue retirado; es altamente original y rara en las iglesias románicas de la época.
Las pinturas del altar mayor destacan por las florituras de su goticismo y presentan un retablo en el que aparece, en un círculo central en la parte superior, la figura sedente del Redentor, coronado con el cetro en la mano izquierda y la derecha algo erguida.
En el plano inferior se distinguen dos ángeles con dos trompetas de fiesta y júbilo en los lados de la ventana. Todo el conjunto está enmarcado por unas amplias cenefas verticales, pintadas con florones (la del lado izquierdo) y arabescos (la del derecho). Las figuras descubiertas fueron pintadas sobre otras de más antigüedad y aparecen otras que no se acierta a descifrar qué es lo que representan.
En el muro sur, hay un tríptico con imágenes de santos; en el centro San Sebastián, su derecha San Antonio Abad y a la izquierda uno con una túnica y bordón que podría ser Santiago Apóstol o San Cristóbal.
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